Este viernes, 27 de septiembre, a las 19 horas, el Movimiento Feminista
de Madrid, del que forma parte CCOO de Madrid, ha convocado una
manifestación en defensa del derecho al aborto. Desde la glorieta de San
Bernardo a la Puerta del Sol. El sábado 28 habrá un acto en Red de San
Luis (Montera con Gran Vía, Madrid), bajo el lema "Decidir nos hace
libres"

Bajo los lemas "Nosotras decidimos y nosotros apoyas. Fuera el aborto
del Código Penal", el sindicato llama a movilizarse con la reforma de la
ley del aborto que el gobierno pretende imponer y que atenta claramente
contra los derechos de las mujeres.
Manifiesto del Movimiento Feminista de Madrid
ABORTO LIBRE, NOSOTRAS DECIDIMOS
Con motivo del 28 de septiembre, Día
Internacional por la despenalización del aborto, nos sumamos a la lucha
con nuestras compañeras feministas del resto de territorios del Estado.
América Latina y el Caribe, llamando a la movilización ciudadana para
reclamar respeto a los derechos sexuales y reproductivos, así como
afirmar nuestra defensa del aborto libre y el derecho a decidir.
Reclamar aborto libre significa que
no se puede cuestionar la decisión de interrumpir un embarazo no
deseado. El derecho a decidir supone el reconocimiento de las mujeres
como sujetos capaces de decidir sobre sus vidas y el ejercicio de la
maternidad (decidir ser madres o no serlo). Las mujeres somos personas
autónomas, responsables, libres e iguales y, como tales, exigimos el
derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y vidas. Exigimos que la
sociedad respete y el estado garantice su decisión sin discriminación ni
limitación por situación administrativa (con o sin papeles), capacidad
económica, diversidad funcional, cultural, edad, opción u orientación
sexual.
Denunciamos que el contexto de crisis
está siendo aprovechado por ideologías conservadoras y ultracatólicas,
con el Ministro de Justicia Gallardón a la cabeza, para imponernos un
programa muy claro de recorte, tanto a nivel económico como de derechos,
la restricción del derecho al aborto de Gallardón es un política más de
ataque a nuestros derecho sexuales y reproductivos. Por un lado
pretenden prohibir abortar a aquellas mujeres que no quieren ser madres
y, en paralelo, Ana Mato, ministra de Sanidad, excluye a mujeres olas y
parejas de lesbianas del acceso a la reproducción asistida en el sistema
público sanitario. Esto se suma a la una inaceptable exclusión de
migrantes en situación irregular, paradas de larga duración,
desahuciadas y otras precarias del sistema público sanitario, que les
impide ser atendidas en ginecología.
Denunciamos las pocas garantías dadas
a las mujeres en su decisión de abortar y también la de ser madres, con
recortes en ayudas a la maternidad, en educación, en becas de comedores
escolares, con el aumento de la malnutrición infantil. Sumados a los
recortes en dependencia, sanidad y un largo etc., que nos hace
preguntarnos de que vida hablan cuando hablan de la vida.
Por ello exigimos:
Que
la interrupción voluntaria del embarazo deje de estar tipificada como
delito en el Código Penal y pase a ser regulada como el derecho de
todas, pero todas, todas, todas, a interrumpir un embarazo no deseado y a
decidir sobre su maternidad, sus vidas y sus cuerpos.
Que el aborto y el acceso a la
reproducción asistida sean garantizados como prestación de la red
sanitaria pública, de forma accesible, gratuita y con todas las
garantías de seguridad y calidad, independientemente del origen, edad,
orientación sexual o situación administrativa de quien lo reclame.
Animamos a los facultativos a que
ejerzan la objeción de conciencia ante cualquier normativa que restrinja
la atención sanitaria por razones administrativas.
Exigimos que se garantice el acceso
universal y por igual a la sanidad pública y, con ello, el cese a la
discriminación institucional motivada por racismo, xenofobia,
lesbo/homofobia y misoginia.
Fomentar y garantizar el acceso a una
educación afectivo-sexual libre de estereotipos sexistas, sana y
placentera. Frente a medidas educativas como la leu Wert que impulsa la
religión dentro de la escuela mientras la educación sexual con personal
cualificado está excluida de las aulas.
Regular la objeción de conciencia, de
forma que no sea un obstáculo para garantizar la prestación sanitaria
de la interrupción voluntaria de embarazo dentro de la sanidad pública.
Las mujeres no necesitamos tutelajes ni paternalismos de nadie. Por eso salimos a la calle para reclamar que.
LAS MUJERES DECIDEN, EL ESTADO GARANTIZA, LA SOCIEDAD RESPETA
Y LA IGLESIA NO INTERVIENE